EN LA EMPRESA

SOMOS EMPRESARIOS DE NUESTRO PROPIO CUERPO 

Cuando alguien quiere ser empresario se tiene que plantear algunas preguntas:

¿ que productos quiero vender?

¿ a que público van dirigidos esos productos?

¿ cuanto me costará producirlos?

¿cuantos profesionales necesito?

¿que maquinaria necesito?

¿proveedores?

¿local para  la fabricación?

¿pulblicidad?

¿plan comercial?

¿distribución?

¿creditos?¿amortización?

¿plan de crecimiento?

¿ que beneficios quiero tener?

 

Esto sería lo básico para intentar montar una empresa. Pero, realmente en cualquier empresa sea como sea, esté donde esté, ¿donde reside la base, el núcleo, de todo esta estructura empresarial?

Como usted se puede imaginar la base está en las personas, en los profesionales que componen esa empresa, desde el empresario hasta la señora de la limpieza o el mozo del almacen.

Pero si profundizamos aún más, el núcleo de todo esto está en la gestión de nuestras tensiones y distensiones.

Tensarse o movilizarnos para conseguir o hacer algo es la base de nuestra vida, pero si solo existiera la tensión llegaria un momento que explotaríamos como globos.

La distensión, la relajación, el vaciarnos de esas tensiones acumuladas es tanto o más importante que la tensión en sí. A un niño le explicaríamos esto diciéndole que el vaso vacio es el que permite que se llene. Si el vaso está siempre lleno vivimos en en estado de continua saturación.

El motor de nuestro cuerpo se mueve grácias a la dinámica entre tensión y distensión( dos extremos que generan mucha energía), y cuando esto se descompensa no funcionamos bien,  incluso enfermamos para recuperar la relajación y volver a la dinámica fluida de tensión/distensión.

Somos gestores o empresarios de nuestras tensiones y distensiones. Si sabemos o aprendemos a alternar los momentos o periodos de tensión con los de distensión lograremos que nuestra vida respire y la viviremos más plenamente. Este es el SECRETO que todo el mundo sabe pero ignora.

La búsqueda de la fluidez en la dinámica de tensión y distensión es la búsqueda del GRIAL que necesitamos para disfrutar de todo lo que hacemos en nuestra vida. Tenemos herramientas para ello, y están dentro de nosotros mismos. Solo hay que querer redescubrirnos. El trabajador o el empresario que conoce, practica  y aplica estas herramientas hacen que progreso tecnológico y progreso de desarrollo personal trabajen juntas.

El progreso de desarrollo interno de las personas no tiene que ser esclavo del progreso tecnológico, tienen que ir de la mano. La creatividad sería más fructífera y pensaría más en un mundo mejor para todos.

La finalidad por obtener beneficios de toda empresa es totalmente lícita. La energía, la tensión que planificamos y movilizamos para obtener un beneficio tiene que respirar, siempre tiene que considerar también el factor de relajación humano necesario para volver a poner toda nuestra energía en la consecución de cualquier proyecto.

El coaching tal vez sea desde hace unos años un intento de humanizar la empresa, de organizarla y motivarla para producir mejor con buena salud mental.

En el mundo actual estamos dejando de respetarnos como personas, no podemos convertirnos en máquinas de producción y de consumismo. Los excesos y egoismos por generar beneficios han llevado al mundo a esta gran crisis que tal vez nos hará replantearnos los valores humanos de nuestra sociedad. Ni el más rico está satisfecho consigo mismo ni el más pobre puede dedicarse tiempo a si mismo porque necesita trabajar a todas horas para pagar su hipoteca.  

Intentemos que en la formación escolar de nuestros hijos, que en todas las escuelas universitarias, que en todas las empresas existan programas para enseñar o entrenar a sus alumnos o trabajadores en el arte de gestionar nuestras tensiones y distensiones. Eso evitará muchas bajas y proporcionará al trabajador una energía renovada para afrontar todos los retos que sean necesarios con creatividad y recursos personales.

Mi propuesta para que los trabajadores de las empresas redescubran esas herramientas internas que tenemos desde que nacemos, no se basa en el llenarlos de conocimientos y de reglas para organizar sus vidas y ser felices, se trata de redescubrir  y entrenar o sensibilizar las capacidades espontáneas(no voluntarias) de autoregulación que ya posee nuestro organismo.

Como explico en la página de inicio de este blog, EL CONOCIMIENTO DE UNO MISMO ES CULTURA, NO UNA TERAPIA.

Planteamos las prácticas de Respiración espontánea y de Movimiento espontáneo de autoregulación, como un aprendizaje de los recursos internos de nuestro cuerpo. Aprendemos a sentir nuestra respiración y el movimiento espontáneo como la forma en que nos habla nuestro cuerpo, enseñándonos nuestro estado tensional y el estado de nuestra flexibilidad física y psíquica. Solo con ese aprendizaje, sin la intención de que sea una terapia o una forma de curación aumenta nuestra capacidad regenerativa y energética.

La respiración y el movimiento espontáneos nos enseñan constantemente que existe una tensión y una distensión como parte de un todo que fluye, solo esto ya nos abre la mente hacia entender y buscar la flexibilidad en la vida.

Las circunstancias de la vida y de la empresa son inesperadas, pero si recuperamos nuestra capacidad de respirar espontáneamente la realidad de cada momento, podemos afrontar, adaptarnos, asimilar y optimizar nuestros recursos internos a cada situación.

Todo miedo, problema, dificultad, catástrofe se puede convertir en algo coagulado, magnificado y obsesivo. O podemos respirarlo para encontrar su justa magnitud siempre flexible. Pero para ello tenemos que recuperar el sentir la respiración y movimiento espontáneos dentro de nosotros. Lo que se piensa se asimila realmente a través de la respiración. 

La amplitud de nuestra respiración espontánea nos está hablando del estado de nuestra salud física y psíquica.

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